La práctica agrícola estival se basa en el ordeño manual y el procesamiento tradicional de la leche. El cuidado de la biodiversidad y la gestión de los paisajes culturales tradicionales son parte esencial e integral de la práctica. La granja de verano está abierta a los visitantes, y proporcionar educación, especialmente a los escolares, es una motivación crucial para la lechera.