Pierre Pujos es agricultor cerealista desde hace más de veinte años en el suroeste de Francia. En 2019, diversificó su actividad hacia la ganadería al aire libre, manteniendo al mismo tiempo su producción de cereales. Su rebaño de ovejas pasta en sus campos o cerca de ellos antes de subir a los Pirineos durante el verano. El rebaño recorre 160 km a pie durante esta larga trashumancia. Esto proporciona a Pierre Pujos muchas ventajas.
2019
Saint-Puy, France
300 hectáreas de pastos de montaña para 10 ganaderos trashumantes, es decir, unas 30 hectáreas por rebaño.
Granja
Pastos de verano
Pierre Pujos, de 55 años, trabajó en el Ministerio de Agricultura (encargado de misiones sobre productos fitosanitarios), y después como profesor de biología en un instituto agrícola. Desde 1998, trabaja en una explotación de cereales en el pueblo de Saint-Puy, en el departamento de Gers (suroeste de Francia). Al mismo tiempo, ha participado en la creación de dos cooperativas ecológicas en Auch. La explotación de 200 hectáreas que dirige es ecológica desde sus inicios y produce un pequeño número de cereales diferentes (judías, espelta pequeña, lentejas, trigo, etc.). Utilizó fertilizantes por última vez en 2004, ya que considera que los fertilizantes orgánicos son económicamente inasequibles. Tiene un empleado que le ayuda en la explotación desde 2006. Los cereales producidos se venden a cooperativas o directamente a panaderos.
La granja de invierno está situada en la llanura cerealista del Gers. Los pastos de verano están en los Pirineos.
Las ovejas son de raza Tarasconnaise, famosa por su robustez.
Pierre Pujos tiene un rebaño de 300 ovejas (150 ovejas y 150 borregos). Desde 2019 practica la trashumancia larga con 180 animales cada verano. El resto de los animales permanece en la granja bajo la supervisión de su empleado.
Durante los dos primeros años, la trashumancia se hizo en camión. Desde 2021, Pierre Pujos realiza los 160 km de su trashumancia vertical totalmente a pie. Desde su granja en la gran llanura cerealista de Gascuña, a 160 m de altitud, se desplaza primero al pueblo pirenaico de Ardengost, a 1.000 m de altitud, y luego a los pastos de alta montaña, hasta 1.700 m de altitud.
Las etapas de un día tienen una media de 12 km. Pierre Pujos intenta alternar tres días de marcha por uno de descanso. En total, el viaje dura tres semanas. El acompañamiento de un coche es imprescindible para transportar la tienda, el abrevadero, el corral de los animales y al propio ganadero trashumante. Por la tarde, Pierre Pujos recorre a pie la ruta seguida por los animales el día anterior para su verificación. Por ello, necesita que una de las personas que le acompañan le lleve de vuelta al punto de partida. Estas personas son voluntarios o su empleado. Este último viene de vez en cuando para prestar apoyo.
En la ruta se prefieren los caminos más pequeños posibles (aproximadamente un 50% de tierra) o pequeños senderos asfaltados. La manada tiene que cruzar dos carreteras principales y una vía férrea. Por ello, el recorrido se prepara con antelación y se declara a las prefecturas de los dos departamentos afectados. Deben mencionarse algunos horarios precisos de paso. Dos aprendices ayudan a Pierre Pujos. Comprueban el recorrido e informan a los ayuntamientos por teléfono. Para 2023, se seleccionó una ruta alternativa para evitar un atolladero. El resto del recorrido es casi idéntico al del año anterior.
A su llegada a las montañas, el rebaño pasa tres semanas en el pueblo (de mediados de mayo al 10 de junio), donde pasta en las zonas abiertas. Después, el ganado sube a 1.700 m. Los pastos del municipio de Ardengost se alquilan al ayuntamiento. La ubicación de los pastos se define de antemano: «Una vez que tienes un lugar, no lo sueltas porque cada vez es más difícil conseguir tierras en las montañas», dice Pierre Pujos. La demanda de pastos en las montañas está aumentando considerablemente en los pastos de altura.
De mediados de mayo a mediados de octubre, Pierre Pujos emplea a dos personas a tiempo parcial (un pastor y una pastora) para cuidar del rebaño porque Pierre Pujos vuelve a su granja. Sin embargo, viene a los pastos de montaña de vez en cuando durante el verano. Un grupo pastoral (estructura asociativa creada por la ley pastoral de 1972) paga al pastor y a la pastora y gestiona la actividad en general.
Los demás rebaños de los pastos de Ardengost (1100 ovejas y 30 vacas) vienen en camión o a pie durante uno o dos días desde los valles cercanos. Sin embargo, algunos ganaderos de montaña más están empezando a hacer el viaje a pie.
Ya se producía carne antes de practicar la trashumancia. La trashumancia aporta nuevas ventajas a la gestión del rebaño durante los meses de verano.
Uno de los principales retos es iniciar la trashumancia a pie. Sin embargo, estar en un sistema completamente al aire libre hace que sea relativamente fácil pasar a la trashumancia larga a pie.
La trashumancia comenzó por razones económicas y, en menor medida, ecológicas, debido a los veranos cada vez más calurosos, sinónimo de sequía, en el suroeste de Francia.
La raza Tarasconnaise está muy bien adaptada a la trashumancia.
El interés de la trashumancia está condicionado, en primer lugar, por la situación de la explotación. En esta región del Gers, la tierra se utiliza principalmente para cultivos herbáceos, y la sequía hace que falten pastos a principios de año.
Salir tres semanas antes de un viaje en camión permite a Pierre Pujos alimentar a su rebaño en la carretera sin utilizar sus recursos ni los de los pastos de verano. La larga trashumancia permite seguir el crecimiento. Hay unas tres semanas de diferencia en el crecimiento de las plantas entre la granja y los pastos de montaña. El rebaño permanece en los mejores lugares durante el viaje y luego en el pasto de verano: «Seguimos el clima», dice Pierre Pujos. Además, los rumiantes prefieren evitar las transiciones rápidas. Como los animales raramente vuelven a la misma parcela durante el año, se necesita poca gestión del parasitismo.
La ventaja de la trashumancia no es directamente económica, ya que un viaje a pie o en camión tiene un precio equivalente (unos 800 EUR). Sin embargo, el interés financiero está relacionado con la salud de los animales, que regresan en buenas condiciones, y el rebaño obtiene alimentos durante las tres semanas que dura la trashumancia.
Para el agricultor, la trashumancia es una pausa en su actividad: la itinerancia permite encuentros, discusiones y cambios en la vida cotidiana.
Pierre Pujos no siguió ninguna formación específica para practicar la trashumancia. Pudo seguir cursos de formación ocasionales organizados por agrupaciones de productores y cámaras agrarias (presentes en todos los departamentos de Francia). También se asoció con ganaderos. Sobre todo, aprendió por su cuenta, porque existen muy pocas referencias sobre la ganadería completa al aire libre y la práctica de la trashumancia larga.
Este sistema mixto ganado-cereales corresponde bien a las expectativas del agricultor. Pierre Pujos no lamenta en absoluto su diversificación y la elección de estar en un sistema integral de cría al aire libre. Esto significa que su rebaño está siempre en el exterior, en las parcelas de la propiedad o en un radio máximo de 25 km alrededor de su granja en invierno, y en las montañas en verano. La inversión habría sido de unos 400.000 EUR para una granja tradicional (establos, dos cobertizos, uno para el heno y otro para el equipo), frente a los 15.000 EUR de la granja campera integral. Además, hay que pagar la compra del ganado. Desde 2022, tras una inversión de más de cuatro años, la actividad de cría al aire libre integral ha reportado a Pierre Pujos algunos beneficios, aunque la ayuda a la cría los haya facilitado en gran medida. Para el futuro, necesita más ayuda humana que material.
Uno de los principales retos es iniciar la trashumancia a pie. El primer año hay que hacerlo todo: la ruta, las autorizaciones… Por tanto, hay que dedicar un tiempo considerable a la preparación. Pero a partir del segundo año, una vez establecida la actividad, la preparación requiere mucho menos tiempo.
Sin embargo, aunque algunos agricultores lleguen a seguir la trashumancia a pie, no todos pueden tomarse tres semanas: está la temporada de heno, y se necesita al menos un empleado en la granja… Pierre Pujos cree que la trashumancia a pie es difícil, sino imposible, para un agricultor en un sistema tradicional.
Sin embargo, estar en un sistema totalmente al aire libre hace que sea relativamente fácil pasar a la trashumancia larga a pie.
Funded by the European Union. Views and opinions expressed are however those of the author(s) only and do not necessarily reflect those of the European Union or the European Education and Culture Executive Agency (EACEA). Neither the European Union nor EACEA can be held responsible for them.
